Cuando sentimos que algo va mal en nuestra vida, puede ser un alivio poder poner las palabras justas a las cosas que nos están pasando.
Puede haber muchas razones para querer hablar con un psicólogo. ¡Todas son lo suficientemente buenas!
Tal vez usted esté luchando con la ansiedad y la depresión, o se siente «encerrado» en su rutina. Puede que usted y su pareja estén pasando por momentos difíciles en la convivencia, o tiene sueños y metas pero no encuentra la manera de llegar a ellos. Puede sentirse agobiado por el control de su peso a raíz de la puesta en práctica de una dieta demasiado restrictiva. ¡Nada es demasiado grande, nada es demasiado pequeño! Si a usted le incomoda, es importante trabajarlo. Estas cuestiones si no se tratan, se tornan más graves a largo plazo.
¿Está luchando con dificultades emocionales, sabe que algo está mal y quiere ayuda para resolver estos problemas? Trabajar con un psicólogo/a puede ayudarle a sentirse mejor y más pleno/a. Incluso un breve período de tratamiento puede proporcionarle habilidades valiosas y eficaces para manejar las emociones dolorosas, obtener un mayor sentido de confianza y bienestar. Apoyarle para que consiga la mejor versión de si mismo.
-INFANTOJUVENIL: dificultades emocionales y/o rabietas, problemas de conducta, altas capacidades intelectuales, trastornos de la conducta alimentaria, autoestima, ansiedad, estados depresivos, trastorno por déficit de atención y/o hiperactividad, identidad sexual, intervención familiar.
– EDUCACIÓN. Orientación vocacional. Mindfulness para la atención y la gestión emocional. Formación y talleres.
Dificultades de aprendizaje: alteraciones en la lectoescritura, dificultades en la comprensión lectora, procesamiento lento de la información, entrenamiento en funciones ejecutivas, estimulación del lenguaje… Motivación al estudio y Técnicas de estudio: organización, planificación, hábito de estudio, estrategias de memorización… Inteligencia emocional: identificar y gestionar las emociones, empatía, automotivación, habilidades interpersonales…
– ENVEJECIMIENTO ACTIVO: entrenamiento cognitivo, afrontamiento de cambios vitales estresantes, entrenamiento de habilidades sociales y solución de conflictos.
Crisis emocionales: ansiedad, soledad, duelo, relaciones personales…